sábado, 2 de mayo de 2009

El virus A-H1N1 o cuando fuimos presa del pánico en México, Abril de 2009.

¿Esta vez entenderemos? ¿Captaremos bien el mensaje? Hasta hoy son, en tan solo cuatro días, unos doce correos que recibo sobre el tema de la influenza, unos, los tradicionales chistes que solemos hacer cuando un problema de enorme magnitud lo tenemos encima y, como suele suceder cuando hay miedos excesivos, la única vía de escape que encontramos es la risa. Otros son acerca de las maneras de protección y prevención del contagio, pero uno, el más repetitivo es ese que alguien desarrolló en torno a los distractores y equipara esto igual que al Chupacabras, la Mataviejitas y los Náufragos. Nótese que todos son nombres novelescos.

Dice que todo esto es una acción, a nivel internacional, para un cambio de economía. Bueno, si es así, creo que el Banco Mundial y demás entidades que se mencionan encausarían los cientos de miles de dólares que se están gastando actualmente en difundir las medidas de protección en avisar, simple y llanamente sobre ese cambio. No “crear”, como se dice allí un “distractor” para así, perversamente, en esa Ciudad Gótica, el Pingüino se salga con las suyas. Es lo que percibo en ese nefasto FORWARD, como ahora se les llama a esas eternas cadenas de tonterías.

Lo que compruebo por un lado es que nuestra memoria cada vez es más limitada, y olvidan que hace seis meses nos bombardearon de forwards del Amero, esa negra reunión, tan secreta, de la que alguien se enteró y lo difundió por la red, de que el plan era, antes de terminar el 2008, sacar de circulación al dólar norteamericano e inundar al planeta con la nueva “panacea” llamada Amero, eso, no sucedió. Si nos vamos unos días antes del Amero, nos inundaron con otro “distractor” lo entrecomillo, pues tal parece que ahora a las noticias hay que llamarles distractores, sobre el avionazo y sus consecuencias, lo mas, que iba dirigido a Los Pinos; me voy un poco más atrás, a Septiembre del 2001, cuando, a raíz del ataque a las torres gemelas en Nueva York surgieron docenas de forwards en donde se decía que en las Profecías de Nostradamus se hablaba ya de ello, que era el inicio de la tercera guerra mundial, que todo coincidía con el número once, se insistía en esa “mágica formula”, se decía que la misma Virgen de Fátima, en una de sus apariciones le había revelado a la pastora “un mensaje secreto” y en él se planteaba el fin del mundo y describe con el más puro estilo medieval, un mundo en tinieblas, entre llamas, con los “pecadores” retorciéndose. ¿Recuerdan todo esto?

Sinceramente si es un “distractor”, pues que buena coordinación hay en tal acción! He visto en media docena de municipios de Guanajuato, ese pánico colectivo que se ha levantado en torno al virus ahora nombrado H1N1, he oído los mensajes de Presidentes Municipales, de Gobernadores estatales y del propio Presidente de la República, dudo que tales mensajes sean parte del “plan infernal para cambiar la economía”, vi una foto que me llamó la atención en donde el avión de Aeroméxico acabado de llegar a China, está siendo revisado igual de cómo se revisaban hace 40 años los Gemini o Apollo cuando regresaban a la tierra de sus viajes espaciales. ¿Parte del nefasto plan? La verdad no lo creo así, pues mi punto de vista es otro, muy distinto y más realista. Lo podemos ver al abrir el refrigerador, al salir a la tiendita de la esquina y, sobre todo, al abrir los ojos a lo que no queremos darnoa cuenta, allí está pero no lo vemos.

La tierra esta rebasada en sus capacidades. Todo está contaminado y cada vez mas… agua, aire y tierra, tres de los cuatro elementos, están cada vez más sucios, todo esto lo provoca el hombre, y no es un plan malévolo de destrucción masiva de unas perversas mentes, es algo en que todos, cada uno de nosotros estamos colaborando: CONTAMINACION. Los que están leyendo esto tienen acceso a una comida, digámoslo así, sana. Pero ¿qué tan sano es lo que hay atrás de las aguas que riegan a esos espléndidos vegetales? Aquí, donde me encuentro pasa el río Lerma, el que era cristalino hace 70 años, es ahora el más contaminado, no solo de México sino de todo el Continente Americano y con esas aguas se riegan infinidad de hectáreas que producen millones de alimentos. La leche que se produce desde el Bajío hasta los Altos de Jalisco y que consumimos en una infinidad de productos (ve la procedencia de muchos de los yogures que comes cada día), ¿de dónde sale esa leche? Pues de vacas que se alimentan de pastos regados con aguas contaminadas, que pastan en suelos ahora sucios y todo eso va a dar a su interior, luego a nuestro organismo, las consecuencias las tenemos ahora más que palpables en la mutación de virus.

Tomamos refrescos y dejamos que la abundancia de frutas, con la que fue bendecido el país, se vayan a procesos industriales y las consumamos “enriquecidas con vitaminas y, además, fortificadas” ¿con qué? Con químicos que el cuerpo ya no tolera. Esos niveles de estrés en los que se vive no solo en las grandes ciudades, sino hasta en los grandes centros turísticos donde todo es maravilloso ¿o estoy mintiendo, mis estimados cancunenses y cabeños? Esto que está sucediendo ahora es otro aviso a tiempo, de que reaccionemos, de que miremos a nuestro rededor y veamos lo que estamos haciendo. Se nos olvida que debemos de vivir en armonía con la naturaleza y que la Pachamama merece respeto. Tú seguramente reaccionarás este diez de mayo con la idea maternal que se nos presenta siempre, en el catolicismo mayo es el mes de María ¿coincidencia? Mayo es el mes de las flores, es decir, es el mes de la feminidad. ¿No crees que es hora de comenzar a querer y respetar a la gran madre que todos tenemos, y que se llama Tierra?

Como mi afición a la historia la tengo bien arraigada te comentaré algo que leí de José Rojas, uno de los hijos pensantes de Salamanca: “La viruela, como otras enfermedades muy contagiosas, cuando por causas que no se conocen se desarrolló en forma de epidemia, ocasionó numerosísimas víctimas y el consiguiente y justificado pavor. Así ocurrió en muchas partes, pero en nuestro país fue peor; se dice que por no haber existido esta enfermedad en este continente antes de la llegada de los europeos, los organismos de los habitantes no tenían defensas biológicas para combatir los agentes portadores o causantes de la viruela; el caso es que, luego que este mal fue introducido en nuestro país, por un soldado (algunos dicen que por un criado negro) que venía ya infectado, entre la tropa de Pánfilo de Narváez en 1520, la enfermedad produjo varias epidemias terribles en el mismo siglo XVI, especialmente entre los indios, produciendo millares y millares de víctimas”. La linfa y su reacción positiva para amedrentar los efectos de la viruela no se descubrió hasta mediados del siglo XVIII y a México no se introdujo hasta después. Don José Rojas continúa: “La delegación o comisión correspondiente llegó a Celaya el 14 de noviembre de 1804, el día 16 todavía estaba allí, presidida por el doctor Balmis. Es probable, podría decir seguro, que pasó por Salamanca entre el 18 y el 20 de noviembre de 1804”.

¿Esta vez entenderemos? ¿Captaremos bien el mensaje? Es una pregunta que me hago, afortunada (¿o desaforunadamente?) no tengo hijos. El mundo es bien bonito, pero nos lo estamos acabando, como que no les estamos dejando nada a ellos, a esos hijos que no tengo pero que quizá tú si... ¿Y la herencia apá?


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