sábado, 17 de abril de 2010

Adentrándonos en la historia del Imperio Tarasco en Pátzcuaro, Michoacán

En la pirámide social se encontraba el Calzonci; que era el gobernante supremo y concentraba todo el poder económico, político, jurídico y religioso. La Relación de Michoacán menciona: “Dicho se ha en la primera parte, hablando de la historia del dios Curicaueri, como los dioses del cielo le dijeron como había de ser rey, y que había de conquistar toda la tierra, y que había de haber uno que estuviera en su lugar, que entendiese en mandar traer leña para los cués. A esto pues, decía este gente que el que era Calzonci, estaba en lugar de Curicaueri”.


Como era representante de la deidad tenía derecho sobre la tierra y era el único que podía asignarla para su poblamento o cultivo. Por lo mismo controlaba los recursos naturales que el medio ofrecía, además de todas las ramas de la economía por medio de una extensa red burocrática. Él nombraba directamente a los caciques en cada pueblo, y a pesar de que los otros puestos principales eran heredados, debían, seguramente, contar con su aprobación.


Siendo el juez supremo, tenía que dictar sentencia cuando se cometían ciertos delitos ya fueran entre gente del pueblo o principal, aunque no siempre con justicia. La Relación señala que en algunos casos sentenciaba a inocentes a instancias de otros, cuando se encontraba beodo, riñéndolos posteriormente al darse cuenta de su error.


Podía también convocar a guerras, con el fin de extender su territorio o de conseguir cautivos para el sacrificio o que serían destinados a trabajar campos de cultivo.


Fungía como sacerdote, era el “fogonero supremo” siguiendo una de sus principales obligaciones el llevar leña para los templos para mantener prendido continuamente el fuego.


La sucesión de este importante cargo, se hacía siempre en línea directa y recaía en un hijo o familiares muy cercanos, cuya conducta, religiosidad, valentía, etc., fueran ampliamente reconocidas en la decisión del Calzonci gobernante. Al quinto día, después de haber muerto el Calzonci, se reunían todos los caciques de la provincia, los señores principales, los viejos, los valientes hombres y los señores que estaban en las cuatro fronteras de la provincia y le pedían al heredero que aceptara el cargo, a lo cual rehusaba en principio, accediendo posteriormente y entonces se procedía a la investidura. (1)


Curicaueri tenía el cuerpo pintado de negro, aunque la parte inferior de la cara, así como las uñas de los pies y manos estaban pintadas de amarillo; llevaba una diadema de piel blanca y adornada de pluma de garza a la espalda. En honor suyo se pintaba de negro el Calzonci, sacerdotes y caciques.


Cortés repartió a los pueblos de Michoacán en encomiendas, ateniéndose al censo de Carvajal, entre julio y agosto de 1524. Se concedió para sí mismo las mejores, particularmente Tzintzuntzan, capital del poderoso imperio del Calzonci, Huaniqueo y los ricos pueblos mineros de Tamazula, Tuxpan, Amula y Zapotlán. También otorgó Cortés buenas encomiendas a sus parientes y amigos, y no olvidó a los oficiales de la tesorería, para quedar bien con la corona. Todos eran vecinos de la Ciudad de México, desde donde se comenzó a ejercer el dominio español de Michoacán. (2)


Entonces se ejecutó la senténciale alguacil mayor ató al Calzonci y lo metió dentro de un petate amarrado a la cola de un caballo que lo arrastró alrededor del campamento mientras y pregonero gritaba: “Esta es la justicia que manda hacer el Emperador y la Reina, nuestros señores y el muy magnífico señor Nuño de Guzmán, Presidente de la Nueva España y Capitán General de este ejército, en su nombre, a este hombre por traidor, idolátrico y porque ha muerto a muchos españoles por su mandato, mándalo arrestar y quemar por ellos; quien tal hace, que tal pague garrote, quemado. (3)


Bibliografía


1.- Marcia Castro Leal; Clara L. Díaz y María Teresa García en Historia General de Michoacán. Tomo V. Instituto Michoacano de la Cultura. Morelia, 1989


2.- Rodrigo Martínez en Historia General de Michoacán. Tomo V. Instituto Michoacano de la Cultura. Morelia, 1989


3.- Hospitales de la Nueva España, Fundaciones del Siglo XVI. Josefina Muriel. Editorial Jus. México, 1956.


Si ya te está apasionando el tema de la Cultura Tarasca, entonces ya estás listo para entrar en el mundo de La Relación de Michoacán:


http://etzakutarakua.colmich.edu.mx/proyectos/relaciondemichoacan/default.asp



1 comentario:

  1. ES DE ESPECIAL INTERES CONOCER LOS ORIGENES DE UNA CULTURA,UN PUEBLO,UNA RAZA;MUY AMENUDO ESCUHO DECIR QUE NUESTRO COMPORTAMIENTO ES PARTE DE NUESTRA CULTURA. CREO QUE DESDE ALLI NO TENEMOS CONOCIMIENTOS GENERALES DE LO QUE ES NUESTRA CULTURA. DEBEMOS DE DARNOS A LA TAREA DE ESTUDIAR PROFUNDAMENTE DE LO QUE EN REALIDAD ES UNA CULTURA Y MAS PERSONALMENTE ESTUDIAR NUESTRA ESPLENDOROSA Y RICA CULTURA QUE PROVIENE DE NUESTROS ANCESTROS.

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