miércoles, 29 de febrero de 2012

Cruces y hornacinas en el Centro Histórico de la Ciudad de México

Una de las tantas cosas que me llaman la atención en el Centro Histórico de la ciudad de México son estos decorados que se colocaron a lo largo de los siglos en las fachadas de casas, mansiones, palacios y templos. Son adornos que se van formando al usar piedras de distinto color, como es el caso de esta cruz que fue hecha en tezontle rojo y otra piedra volcánica de color negro. Las cruces, evidentemente se colocaban como protección, como bendición para los moradores de ese sitio.

Este podría ser otro claro ejemplo de lo grandioso que resulta ese entramado de estilos que van apareciendo al caminar por las calles del centro, como aquí, en 5 de Mayo, casi llegando a San Juan de Letrán, en donde están codo con codo un edificio colonial, junto a uno del porfiritato y allí vemos la cruz protectora.

Esta es en la calle de Belisario Domínguez, o tal vez sea otro el nombre, es por el rumbo de la plaza de Santo Domingo. Allí está esta cruz más elaborada, bastante bella, por cierto. Recuerdo que por otro rumbo del centro está la célebre casa de la Cruz Verde, de ella ya te conté su leyenda.

Otro edificio más recubierto en tezontle en el que se usan los dos colores para formar una cruz, se trata del edificio que ocupara la Santa Inquisición, es la calle de República de Brasil.

Esta casa no recuerdo en donde se ubica, aquí vemos las dos cosas, los dos símbolos religiosos que buscan la protección de los moradores del lugar, la cruz y el nicho u hornacina, en donde aparece el santo que eligieron para dedicarle la casa y mostrar abiertamente la devoción que hay en la misma. Este me da la impresión de ser un Niño de Praga.

Esta casa está un poco fuera del Centro Histórico, es por la colonia Guerrero, cercana al Panteón y Templo de San Fernando, allí está la hornacina, pero vacía.

Notamos claramente en esta esquina, el escudo de la Orden de los Predicadores, los Dominicos; arriba el nicho (me gusta más la palabra hornacina), está difícil reconocer a este santo, lleva un libro en la mano, una Biblia, en la otra el atributo está perdido.

En esta casa como a tres calles de Santo Domingo rumbo a Tepito, hay esta hornacina, alguien por allí dijo (y fue muy cuestionada) que sobreviven 130 de estos nichos y que hubo 300 de ellos en el siglo XVIII; bueno siempre resaltan las esquinas con nichos en el centro de la ciudad de México, en este parece ser un Señor San José el que está allí depositado.

Por los mismos rumbos vemos este nicho de gran tamaño, es de más de tres metros, lo podemos comparar con el balcón en cuanto a sus dimensiones, no me fijé a que santo tienen allí.

Este otro nicho, de tamaño regular, tiene, al parecer una virgen de Guadalupe, pero está mutilada, quizá no sea ella.

Una santa que lleva la palmera, símbolo del martirio...

Una virgen del Pilar en esta esquina que está próxima al Zócalo, creo que es en la calle de Brasil, con Argentina... (no estoy seguro si hacen esquina, pero ese es el rumbo).

Finalmente un Sagrado Corazón de Jesús en este nicho que me da la impresión de que no es este un edificio colonial, quizá sea una reconstrucción que mantuvo los elementos como estuvieron dispuestos... hubiera sido interesante hacer una buena colección de tomas de cruces y nichos, pero andaba contra reloj, mi paso por la ciudad esta vez solo fue de unas cuantas horas... pero siempre diré lo mismo: la ciudad más sorprendente del país es la ciudad de México.
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Para ver la historia de la Casa de la Cruz Verde, entra aquí:
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martes, 28 de febrero de 2012

La Siempreviva y sus extraordinarias formas y colores.

Esta vez sí que nos iremos solo a lo gráfico ya que son varias las tomas que hice de un mismo objeto: un ramo de flores de siempreviva, esa que parece de papel por la textura de sus pétalos. Pensaba que eran originarias de México, dado el colorido extraordinario que tienen, pero no es así, la especie de la que hablamos viene de la lejana Australia según lo anotan en varios de los sitios electrónicos dedicados a la jardinería. Estas flores tienen la característica de mantenerse vivas por varios meses, de allí su nombre. En San Miguel de Allende he visto muchas de ellas que son vendidas en los portales junto con otro tipo de plantas secas. Las que vemos las adquirí en el mercado municipal de Salamanca hace apenas un mes. Por si te llegara a interesar, el nombre científico de la planta es: Helichrysum bracteatum. Aquí las tomas:









































lunes, 27 de febrero de 2012

La parroquia de San Jerónimo Aculco, Estado de México

Como todo pueblo que se respete, el punto central del mismo es siempre su templo, en este caso su parroquia de la cual se ubicarán en su rededor los puntos más importantes. El ayuntamiento, el jardín principal, los portales... eso fue una orden dada por el mismo Felipe II cuando dictó su Ordenanza en la que se establecían, entre otras cosas, que en esos lugares debería haber un punto "decente" para el sano comercio de la población que eran los portales. Así pues estamos en la parroquia de San Jerónimo en Aculco, estado de México.

Algo que no me ha sido posible conocer aun es lo fue fuera el convento, el cual se comenzó a construir junto con el templo en 1540. Vemos un notorio contraste en el portal bajo, el que fue, supongo, "portal de peregrinos" y la terraza superior, en la que, evidentemente fue más que restaurada, reconstruida; como quiera nos damos una idea de como lucía en sus momentos de esplendor.

Me llaman la atención las vigas y el uso de pilares cuadrados partiendo de una base redonda...

La fechada del templo es, aparentemente sencilla, pero está llena de interesantes detalles, como estas curiosas placas dispuestas simétricamente, en donde leemos: SOLIDEO HONOR ET GLORIA. Quizá esos angelotes que aparentan sostener y custodiar la placa no son de la misma pieza y por eso se han roto...

Aquí el del lado izquierdo, que está aun más dañado. Quizá fue en la revolución o en uno de los tantos episodios dramáticos en que aguerridas tropas pasaron por Aculco cuando fueron destruidos...

Aquí notamos claramente que, como era tradición, el templo estuvo pintado totalmente, aun en la cantera labrada, en donde aparecen vestigios de color amarillo en el entramado del diseño.

Aquí lo notamos también pero en color blanco.

Como marcaba también la tradición, los muertos o sus recuerdos reposaban primero dentro del templo, si es que las posibilidades económicas eran suficientes, de lo contrario a la entrada del mismo, como es el caso que vemos en esta placa de 1896.

En la parte alta de la base de la torre vemos esta placa con una cruz que me da la impresión de ser de Santiago, o un poco flordelisada, (eso habría que aclararlo) y a sus costados el anagrama de IHS (Iesus Hominum Salvator) y la del XPS (Xhristos, en griego).

Y en la parte media de la torre aparece esta cruz, la placa dice: ANNO 1900. Jesus Christus Deus Homo ___ergen at Imperat. Supongo fue colocada al comenzar el siglo XX como ritual de bendición para el nuevo siglo.

Al centro vemos esta tremenda mutilación. No sé si fue por causa natural, cuando el terremoto de 1912 o no encontraron otro sitio para colocar la placa que dice: Marzo 1914. Reparación a este templo con motivo terremotos Noviembre 1912. Allí lo que se está cubriendo es buena parte de la escena de San Jerónimo en el desierto, a la izquierda el ciprés y a la derecha el león, que son parte de sus atributos.

La ventana del coro con sus ángeles de estilo indiano. Al parecer en la parte alta hubo pintura de color rojizo.

Y en la parte alta alcanzamos a ver un interesante retablo con una escena de la Inmaculada, vemos arriba al Padre Eterno; al centro el Espíritu Santo; a su izzquierda algo que parece ser el Espejo de la Sabiduría, debajo de él un personaje que me da la impresión de llevar un traje indígena con el anagrama de María; a la derecha del Espíritu Santo aparecen unos ángeles que dejan caer una leyenda que enlaza con la monja de abajo. No alcanzo a leer lo que allí dice que es en latín y la monja quizá se trata de Sor María de Jesús Ágreda, quien destacó en el barroco del siglo XVII español por defender la pureza de María.

Me llaman la atención las torres que hay en todos los templos antiguos del estado de México, las que son formadas con cuerpos más bien cortos, en la de Aculco vemos tres más el capitel.

En el interior del templo lo primero que salta a la vista es esta magnífica escena de Nuestra Señora del Monte Carmelo rescatando las ánimas del purgatorio, las cuales llevan todas, un escapulario.

Estaba por concluir el siglo XVIII cuando fue terminada la pintura.

El altar mayor...

Dicen que hay una pintura de Cabrera en el interior de la parroquia de Aculco, quizá sea esta... de ser así estaríamos frente a una "Tocada" más.

Y una maría policromada, muy influenciada por los riquísimos colores usados en Tepotzotlán...

En la hoja izquierda de la puerta principal, que ha sido ya muy maltratada por el paso del tiempo (y de los humanos) quedan solo las siluetas de lo que eran los labrados centrales, como en este caso que alcanzamos a distinguir una escena de San Jerónimo con el ciprés y el león.

En la hoja derecha supongo que la silueta corresponde a un San Miguel Arcángel.

Y saliendo ya del templo nos encontramos con el atrio, en el cual tratan de sobrevivir a los años y a las malas intervenciones arquitectónicas, las capillas poza, en cada uno de los ángulos.

La segunda...

y la tercera...

y, claro está, la cuarta y última.

El muro perimetral del atrio con su interesante diseño, alcanzamos a ver las Estaciones del Rosario... interesante y lleno de detalles es este templo. Aculco amerita una vista más.
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De Sor María Ágreda habíamos visto ya una portada en donde ella está incluida, es en la Misión Franciscana de Landa en la Sierra Gorda de Querétaro, entra aquí:
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Para leer más sobe San Jerónimo en Aculco, entra aquí:
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