jueves, 18 de abril de 2013

Cuando la muerte se tiñe de azul: El panteón de Oxkutzcab, Yucatán.

  Uno de los capítulos de El Bable, bien lo sabes, incluye la visita a los panteones, sitios de descanso, de reposo, de paz, de poco trajinar (fuera del 1 y 2 de noviembre) y sitios de mucha reflexión si vas en el momento correcto y con la mentalidad adecuada. Se que hay muchas personas que evitan entrar a un panteón, seguramente son de los que no están enterados que esta vida nuestra es dual y que si hay vida, consecuentemente habrá muerte. Si hay arriba, habrá abajo y así sucesivamente.

    Haciendo a un lado toda filosofía en torno al vivir y al morir, nos vamos directo a lo que estamos viendo, un sitio que es bien diferente a lo que, quienes venimos del centro del país, entendemos por cementerio. Son dos razones las que marcan la gran, enorme, diferencia. La primera es que en esta península de Yucatán el terreno es roca sólida en un gran porcentaje, de allí que no existan ríos pero sí cenotes. Por lo tanto no se pueden excavar los tres metros reglamentarios para depositar el féretro. Las tumbas están al ras del suelo.

     Punto número dos que vuelven únicos estos panteones de Yucatán: el predominio del color azul. Si nos ubicamos en un panteón del centro de la República Mexicana y, creo, de casi todo México, el color predominante será el blanco, en cambio aquí resulta ser el color azul. La interrogante surge y aquí, en la tierra de los mayas la razón será, sin lugar a dudas, su ancestral cultura.

   "Los muchachos se pintaban de negro la cara y el cuerpo hasta que se casaban; después de casados se la pintaban de rojo. Usaban también el negro cuando ayu­naban. Pintaban a los prisioneros de negro con rayas blan­cas, y los sacerdotes se pintaban de azul. Para prepararse para las ceremonias del año, celebradas en el mes de Mol, se 'untaban con el betún azul' desde los instrumentos de los sacerdotes hasta los husos de tejer de las mujeres. Muchas de las bolas de copal pom, que se encontraban en el pozo de los Sacrificios de Chichén Itzá estaban pintadas también de un color azul turquesa brillante, el azul era el color que iba unido a la idea del sacrificio para los mayas de la última parte del Nuevo Imperio". (1)


    A esta idea del uso de los colores en forma ritual, debemos agregar algo que sucedió en Yucatán, lugar en el que fue descubierto un tono de azul que adquirió, aun hasta el día de hoy, un nombre propio, se trata del azul maya "un pigmento histórico, elaborado y utilizado principalmente por culturas mesoamericanas durante un período que se extiende desde aproximadamente el siglo VIII hasta aproximadamente los años 1860 de nuestra era". (2)

   No quisiera hacer una afirmación tajante, pero a los tres panteones de esta región que he entrado, noto que predomina el color azul, razón por la cual creo que por estos rumbos la muerte y el recuerdo de los ya idos se tiñen de ese color.




















Fuentes:

1.- Martí, Samuel. Simbolismos de los colores, deidades, números y rumbos. Instituto de Investigaciones Históricas. UNAM. México.

2.- Wikipedia. http://es.wikipedia.org/wiki/Azul_maya

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