jueves, 23 de octubre de 2014

Agua + Luz = Reflejos: Los reflejos de la vida.

    Soy afortunado. La última vez que lo dije (y lo escribí), fue cuando había llegado al éxtasis total al contemplar el azul maya en uno de los frescos de Bonampak. Soy curioso, eso lo he comentado (y escrito) en infinidad de ocasiones; esto debido a que me infancia no fue ni de bicicletas ni de subirme a los árboles, ni de pleitos callejeros, ni canicas, ni trompos, ni nada que caracteriza a la mayoría de los niños, la mía fue construir escenografías, dioramas y hojear y leer libros y más libros. Ahora, combinando la experiencia de una y otra cosa; caminando por todos los sitios que me son posibles, admirando toda la belleza que encuentro en mi rededor, veo que dejamos pasar tantos momentos, tantos instantes, tantas circunstancias, en  las que la belleza está presente pero nuestros ojos (tal vez nuestras mentes) no nos dejan apreciarla en su totalidad. En este ejercicio fotográfico que hoy te comparto, incluyo fotografías que he tomado en este 2014 igual en pueblos que en ciudades, que en ranchos, bosques, playas en la cuales la constante son los reflejos, pero más aun, la constante es la belleza que siempre nos rodea.







































   Las imágenes que acabas de ver las tomé en diferentes sitios de Salamanca, Guanajuato; Cancún, Quintana Roo; Vergel de la Sierra, municipio de San Felipe, Guanajuato; San Andrés y Santiago Tuxtla, Veracruz; Cárdenas, Tabasco y en la ciudad de México.

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