viernes, 4 de noviembre de 2016

Vestigios del manejo de agua por Las Fuentes, municipio de Cortazar, Guanajuato.

   Con el libro que estoy trabajando, el de haciendas de Salamanca, llevo un año sin parar, comencé en octubre de 2014 y si bien ya tengo el borrador, el pulir el texto me está llevando más tiempo del que imaginé. Más aun, pensé un tomo, serán dos. Es tan abundante la información que publicar un "ladrillo" espantaría a muchos y no lo leerían, menos lo comprarían (a sabiendas que si en México no se lee, por Salamanca creo que menos).

   Al ir documentando, en la conciencia de que llevo seis o siete años haciéndolo, me doy cuenta de que es -prácticamente- un pozo sin fondo y que es tan, pero tan abundante, tan rica la historia de Salamanca que ese borrador que ya tengo debe ser ampliamente analizado pues cada vez encuentro por fortuna, más y más datos. Datos que creemos ya saber y que resulta estamos distantes a la realidad, a los hechos y que muchos de los personajes que iniciaron con la "aventura" de fundar una villa de españoles lo que menos eran es ser aventureros y que sus negocios eran tan sólidos que más bien lo que buscaban era un lugar estratégico en donde seguir creciendo sus negocios... como el del transporte.

  Por otro lado una idea que ya tenía, gracias a las publicaciones que hago en este blog, era la del regionalismo tan incrustado que tenemos en nuestro país, en el cual, "a mi solo me interesa lo de mi estado" y cuando les hablo de "su estado" me dicen: "a mi solo me interesa mi ciudad" y cuando les hablo de "su ciudad" resulta que solo están intersados "en mi colonia" y cuando eso ocurre resulta que me equivoqué de calle. 

   Todo esto lo digo porque una buena cantidad de datos de Salamanca los encontré en Irapuato, muchos más en Guanajuato y otros en México. Ni que decir de los datos de Salamanca que hay en Valle de Santiago y en Jaral... algunos, más bien pocos en Pueblo Nuevo y muchos en Santa Cruz, en Villagrán y en Cortazar. La razón la tengo clara: una cosa es el municipio de Salamanca en la actualidad y otra la que era hace tiempo. Y con todo esto lo que pretendo decir es que, esa cerrazón regionalista de que solo lo mío de mi me interesa, no nos ayudará a entender lo que pasó hace algunos siglos.

   Del abundante tema del campo en el Bajío mucho hemos hablado, todo ello lo he enfocado a Salamanca y un poco al Valle, aunque algo del tema lo he abordado con lugares de Irapuato y Salvatierra. En la ex hacienda de Jaral de Berrio es magnífica. Incluso una vez propuse una suerte de "arqueología del agua".  Me refiero al manejo del agua. Cosa sorprendente encuentro ahora en Cortazar.

  Y es aquí en donde un tema se une al otro, la cosa del regionalismo y la cosa del agua. Me explico. Cortazar queda entre Celaya y Salamanca, pero Cortazar dependió, casi siempre de Celaya pues eran tierras de Celaya, aunque la parte poniente lo fueron de Salamanca. Villagrán fue desprendido de Cortazar y Santa Cruz, al igual que Cortazar, dependía de Celaya pero algunas de sus tierras eran de Salamanca. Ocurre que ahora que nos damos cuenta de que para entender bien lo que sucedió en Salamanca debemos saber lo que pasó en Cortazar, al andar por allá encuentro esos vestigios que nos hablan de la cultura del agua, ahora tan necesaria en nuestros días y que hace siglos era más que bien entendida y muy bien aprovechada.

   El rancho se llama Las Fuentes, fue una hacienda y si llevaba ese nombre es debido a que ahí había un manantial, que era alimentado por el agua de lluvia que bajaba del cercano cerro del Culiacán. El ojo de agua o manantial era la base para el desarrollo agrícola de la zona, para ello se construyó el dique o abrevadero, como gustes llamarlo, del cual se servían, igual para que humanos se abastecieran del líquido que las bestias. Hoy no quedan más que vestigios y el agua sigue bajando por ahí. No en la abundancia que hubo pues, bien sabemos, los tiempos en que estamos inmersos son los del cambio climático y la cada vez mayor carencia de agua.
 
   Mucho tenemos que aprender del manejo del agua que por el Bajío se dio desde el siglo XVII y que llegó a su máximo esplendor al finalizar el siglo XIX, cada vez estamos más próximos a que el agua se convierta en uno de los elementos más caros por su escasez... estamos a tiempo, aprendamos de lo que hace algunos ayeres se supo controlar.













1 comentario:

  1. Mi muy admirado amigo dejeme felicitarlo por tan suculento blog y ademas para comentarle que en esta hacienda de las fuentes segun testimonios de personas mayores fue donde tendieron el cuerpo de el queridisimo padre nieves despues de su ejecución resguardado por federales temiendo represalias de el pueblo tan fervientemente catolico

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